UN ESTADO EN QUIEBRA

Focus: Sociedad
Fecha: 21/09/2017

En el mundo económico internacional es de sobras sabido que el Estado Español es un estado en quiebra, financieramente hablando. Se sostiene con dificultades gracias a variables externas sobre las que no tiene control: el precio del dinero y el precio del barril de crudo. Su Deuda Pública es superior a su PIB, y buena parte de la Deuda Privada cuenta con el aval del Estado.

Con su petulancia habitual, el gobierno central hizo caso omiso a lo largo de los años de las tímidas reivindicaciones de los distintos gobiernos de la Generalitat, que sólo pretendían obtener un trato ajustado a su contribución fiscal y un respeto por una cultura diferenciada. No sirvió de nada.

Como no tenían suficiente, fomentaron el odio contra Catalunya a través de los medios públicos y privados (estos últimos bien subvencionados), orquestando además una recogida de firmas contra un Estatut aprobado por el Parlament de Catalunya e incluso por unas Cortes Generales hostiles. El Tribunal Constitucional acabó la faena, liquidando lo poco que quedaba del proyecto.

Algunos hablan ahora de reacción desproporcionada del gobierno central, con el allanamiento de sedes de la Generalitat y detención de distintos responsables políticos. Yo no lo estimo así. Han reaccionado como sólo saben hacerlo; de forma autoritaria, represiva, violenta. Como diría Richard Dawkins, lo llevan en los genes y en los memes.

Lo llevan en los genes porque son los directos herederos (hijos y nietos) de los vencedores de la guerra civil, que produjo la negra y larga etapa de la dictadura. Lo llevan en los memes porque han sido socializados en los valores de la España Imperial, valores compartidos por todo el arco político, desde la derecha a la izquierda.

Esos valores son los que han transmitido los organismos del Estado, que no fueron depurados en el pacto espurio de la Transición. No es de extrañar pues que jueces y fiscales compartan ese credo ideológico. Tampoco sorprende que algunos de ellos formen parte de la amplia lista de conferenciantes y charlistas de la FAES, laboratorio de ideas de la derecha más extrema, que recuerda los mejores años del Movimiento Nacional. Un buen ejemplo de esta corriente es la actuación del magistrado Juan Antonio Ramírez Suñer, titular del juzgado de Instrucción número 13 de Barcelona, que es quien ha ordenado las detenciones y los registros. Este juez, entre otras cosas, abrió diligencias hace ya un tiempo contra el entonces director general de los Mossos d’Esquadra, señor Albert Batlle, por “un presunto delito de omisión de perseguir delitos”, ya que consideraba que al final de la copa del Rey del 30 de mayo “los silbidos al himno nacional podían considerarse injurias al Rey y ultraje a los símbolos de España”. Un construct intelectual basado en este tipo de lenguaje no exige mayor explicación.

Las costuras han quebrado y ha salido toda la basura, que es la misma basura que han tratado de ocultar. El franquismo no ha vuelto; no se había ido.

El Estado Español es un Estado quebrado, no sólo financiera sino moralmente.

Alf Duran Corner

 

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